Willad Wigan es una de las pocas personas en el mundo que puede hacer este tipo de proezas, ya que él realiza esculturas microscópicas y que caben en el hoyo de una aguja. Según lo cuenta en una entrevista, durante el proceso de creación, el artista toma control de todo su sistema nervioso mediante ejercicios que ha ido desarrollando desde su juventud, para asegurar que no realice ningún movimiento súbito y que la escultura se destruya. Las siguientes imágenes pertenecen al trabajo de Wigan a lo largo de sus años como artista.
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wow sorprendente!!!
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